Antonio Algora, obispo emérito de Ciudad Real, continúa en estado muy grave en el Hospital de La Paz de Madrid, con una evolución similar a la de la pasada semana, sedado y con cuidados intensivos.
El equipo médico sigue pendiente de la respuesta al tratamiento de don Antonio, que ingresó en el hospital el pasado 20 de septiembre con una neumonía bilateral provocada por la COVID-19. En la madrugada del día 22 sufrió un empeoramiento que motivó los tratamientos críticos. Desde entonces, la evolución es lenta.
Se continuará actualizando la información si se producen cambios significativos en su estado de salud.
Desde la Diócesis de Ciudad Real continuamos pidiendo la oración y la ofrenda de la eucaristía para que el Señor dé fuerzas al obispo emérito.
Encomendamos la recuperación de don Antonio a la Virgen del Pilar, cuya fiesta celebraremos el próximo lunes, y de la que el obispo es fiel devoto.
[13:30 h. del 8 de octubre de 2020]