El mes de octubre se dedica a las misiones. Fue el mes en el que se descubrió el continente americano, que nos habla del gran trabajo eclesial por difundir el evangelio, algo que se sigue haciendo hoy.
Hablamos con el delegado diocesano de Misiones, el sacerdote Damián Díaz Ortiz, párroco de Pedro Muñoz y durante años misionero en la República Democrática del Congo (antiguo Zaire).
En octubre se trabaja cada semana una faceta de la misión tal y como aparece en el cartel ¿nos puedes explicar de qué manera se va a profundizar en cada una de ellas?
La oración es muy importante para los misioneros. Quien les ha llamado y enviado es quien sostiene su vida y sus tareas evangelizadoras y humanitarias. Por eso, se envían miles de estampas con la Oración del Domund, se promueve el rezo del Rosario Misionero, y se celebran Vigilias de la Luz.
A través de nuestro blog, de las redes sociales, el boletín Sur y Sal y otros medios, hacemos llegar el testimonio de los misioneros, que estimulan también nuestra fe y nuestra generosidad.
A las parroquias y centros escolares se envían subsidios de formación y reflexión para profundizar la propia vocación misionera y animar nuestra cooperación con las misiones.
Y las colectas y donativos que recogemos son los medios materiales que los misioneros necesitan para sacar adelante sus tareas.
El mes misionero también está afectado por la pandemia...
Este año las condiciones sanitarias nos limitan. Aun así, a todas las parroquias y centros escolares se han enviado carteles, trípticos, sobres, vídeos, subsidios catequéticos y formativos, estampas de oración, etc.
Vamos a poner empeño en los medios digitales y en las redes sociales: a través de ellos se van a difundir testimonios, materiales, vídeos. Se va a fomentar la solidaridad a través de Bizum, llamadas telefónicas, etc., de manera que quienes salen poco de sus casas no dejen, sin embargo, de compartir con aquellos que están más necesitados todavía.
¿Cómo está afectando la pandemia a las misiones?
De los casi ochenta misioneros salidos de nuestra diócesis de Ciudad Real, mantenemos una relación fluida con una treintena de ellos. Apoyamos las necesidades y proyectos de muchos, según nos permiten los donativos que recibimos en la Delegación.
En este mes nos contarán cómo ha afectado la pandemia y qué está haciendo la Iglesia en los lugares de misión. Estos testimonios los estamos publicando en el blog de Misiones.
«Aquí estoy, envíame» será el lema del Domund para el tercer domingo del mes...
Todos tenemos vocación, hemos sido llamados a ejercer una tarea, tanto a beneficio de la sociedad, como en la construcción del Reino. Es necesario descubrir esa vocación y ser generosos al responder, tanto los jóvenes que puedan ser llamados al sacerdocio o a la vida consagrada, como aquellos que sentimos la misión universal como la tarea primordial, el último mandato del Señor, y el más urgente deber que tiene la Iglesia.
Cada uno tendrá que examinar sus circunstancias, pero no tengamos miedo a responder a la llamada: «Aquí estoy, envíame». La experiencia es fascinante, el gozo de participar en el proyecto de Dios supera todas las dificultades y llena de alegría.
Por último, además de la oración y la información sobre las misiones, durante todo el mes intensificamos la petición de ayuda
Ya decíamos más arriba que, además de los medios tradicionales: sobres, colectas, etc.; vamos a hacer hincapié en los medios digitales: transferencias, llamadas telefónicas, bizum, etc., para hacer posible a todos esta colaboración.
Que el hecho de que encontremos tantas necesidades a nuestro alrededor no frene nuestra generosidad para quienes están más desfavorecidos y empobrecidos, por lo que sus necesidades son más urgentes, cuestión de vida o muerte.