Un buen grupo de más de veinte miembros de los GAM (Grupos de Animación Misionera) venidos de distintas localidades de nuestra diócesis nos hemos reunido este 25 de julio en el Santuario de la Virgen del Buen Parto, de Pedro Muñoz. Son las circunstancias de la pandemia las que nos han obligado este año a suspender la tradicional Escuela Misionera de Verano, de la que llevamos más de veintiséis ediciones, pero no hemos querido dejar de vernos, compartir y rezar juntos, al menos por un día.
Comenzamos a media mañana con la oración. Luego compartimos las noticias que tenemos de nuestros misioneros diocesanos, para después hacernos partícipes de cómo hemos pasado y estamos pasando este tiempo de confinamiento y “nueva normalidad”. Teníamos ganas de vernos y de escucharnos.
Después de la comida compartida, y siempre con las debidas medidas de seguridad, escuchamos el testimonio de Sor Laura, religiosa Trinitaria que se encuentra a la espera de poder regresar a su misión de Bagua Grande en Perú, así como el relato del viaje a la celebración del Jubileo de Oro de las Religiosas de María Inmaculada en Malí, el pasado invierno de algunos miembros de los GAM junto a nuestro Delegado Diocesano de Misiones, Damián.
Y para terminar, repartimos unas mascarillas recibidas de una misión de Togo, así como charlamos sobre las próximas Jornadas Misioneras, porque aunque la situación sanitaria parece que va a continuar unos meses en una situación difícil, nosotros no podemos dejar de preocuparnos y apoyar a los misioneros, que están precisamente con quienes están sufriendo más las consecuencias de esta pandemia, porque los pobres siempre tienen menos recursos para hacer frente a los males, y sólo les queda la oración y la ayuda de Dios, que nunca les va a faltar, y nuestro apoyo y ánimo, que tampoco debería faltarles nunca. #AhoraMasQueNunca @MisionesCiudadReal con los misioneros.