El papa Francisco nos pide rezar este mes de julio para que las familias en el mundo de hoy sean acompañadas con amor, respeto y consejo. Y de modo especial, sean protegidas por los Estados.
«La familia tiene que ser protegida», dice el Papa, puesto que «son muchos los peligros a los que está enfrentada: el ritmo de vida, el estrés». La Iglesia anima a estar al lado de las familias, a ayudarlas a descubrir caminos que les permitan superar todas las dificultades.