El sacerdote Pablo Cea Perea falleció este domingo 1 de marzo en Ciudad Real, a los 88 años de edad.
Nació en Torrenueva en 1931, ingresó en el Seminario de Ciudad Real en 1941 y se ordenó sacerdote en 1954 en Salamanca, donde estudió Teología y Derecho Canónico, licenciándose de este último en el Estudio General de Navarra en 1962.
Su primer destino pastoral fue en Ruidera, donde fue ecónomo entre 1954 y 1955, cuando marcha a Daimiel como coadjutor. Entre 1956 y 1964 fue cura ecónomo de Villarta de San Juan, marchando en 1964 a Valdepeñas, como ecónomo de la parroquia del Santo Cristo. Allí permaneció hasta 1969, año en que marchó a Cali (Colombia), en una misión en la que permaneció hasta 1974.
A la vuelta de la misión en Colombia marchó a Bolaños de Calatrava, donde fue ecónomo entre 1974 y 1984; párroco entre 1984 y 1989 y párroco in solidum entre 1989 y 1992. Fue arcipreste de Bolaños entre 1981 y 1985. En 1983 se le nombró juez diocesano.
Cuando dejó Bolaños, fue nombrado canónigo de la catedral, en 1992, ocupándose de la pedanía de Valverde entre 1992 y 2004. Entre 1993 y 2004 fue notario del Tribunal Eclesiástico, se le renovó el nombramiento como juez en 2004; a partir de 1996, asesor diocesano de la Unión Eucarística Reparadora (UNER) y desde 1997, consiliario de la Adoración Nocturna Española (ANE) en Ciudad Real. En 2007 quedó como canónigo jubilado.
Falleció el 1 de marzo de 2020 en Ciudad Real. La misa exequial, presidida por el vicario general, fue el 2 de marzo en el templo parroquial de Torrenueva, su localidad natal.