Esta tarde ha tenido lugar en el antiguo casino de Ciudad Real una mesa redonda sobre la trata de seres humanos con la intervención de tres expertas en el tema.
La tarde comenzó con la presentación del acto por parte del sacerdote Julián Plaza, delegado diocesano de Migraciones. Después, expresando la unión de las administraciones para erradicar el problema, intervinieron la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María Ángeles Herreros; Ana Belén Chacón, concejala de Igualdad; Noelia Serrano, vicepresidenta del Área de Atención a personas, igualdad y participación de la Diputación Provincial, y Pilar Callado, directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.
A continuación, y con la moderación de Prado Castillo, fueron tomando las expertas en el tema de la trata. En primer lugar, intervino Ana Almarza, A.A.S.C.; religiosa adoratriz que dirige el Proyecto Esperanza con el que las religiosas ofrecen apoyo integral a las víctimas de trata. Subrayando que se trata de un acompañamiento a cada mujer en cada momento de su recuperación donde el protagonismo siempre está en las víctimas, Almarza insistió en dar visibilidad a un problema que atenta contra la dignidad del ser humano, un esclavismo moderno que rompe por completo a la persona y que se acrecienta con las políticas migratorias actuales. En este sentido, y en respuesta a alguna de las asistentes a la mesa, explicó la importancia que cualquier política —en concreto, la política migratoria— supone para el problema de la trata, que se ve acrecentado por decisiones políticas que no siempre sopesan sus consecuencias. De este modo, en la actualidad, las mujeres víctimas de la trata llegan a los países del primer mundo con más problemas, tras recorrer miles de kilómetros en situaciones inhumanas para terminar siendo vendidas al negocio del sexo, amenazadas y bajo situaciones que solo pueden definirse como esclavitud.
Las adoratrices ofrecen, con el Proyecto Esperanza, atención integral a las víctimas de trata
Después de la intervención de Almarza le tocó el turno a M.ª Fran Sánchez, de la
Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal. Expresó la importancia que ha dado el papa Francisco al problema de la trata tanto en su episcopado como en su pontificado. En esta línea, citó algunas frases de Francisco en contra de la trata, continuando con las
Orientaciones Pastorales sobre trata de personas, un documento de enero de 2019 de la
Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. El objetivo del documento es «proporcionar una clave de lectura de la trata y una comprensión que motive y apoye la tan necesaria lucha a largo plazo».
El 80 % de los prostíbulos del país están situados en Castilla – La Mancha
En último lugar intervino Fátima Mondéjar, presidenta de la
Plataforma Abolicionista de Ciudad Real, una asociación que reclama un sistema que acabe con la explotación sexual. De los datos que presentó, sorprendió especialmente el hecho de que el 80 % de los prostíbulos del país estén situados en Castilla – La Mancha; o que uno de cada cuatro hombres participe activamente en este tipo de violencia acudiendo a los prostíbulos, a los que definió como «campos de concentración» para las mujeres. Relató los problemas que sufren las mujeres prostituidas, afectada por una «violencia normalizada» en la que es solo un objeto. Mondéjar se refirió también al problema de la pornografía, que educa a los más jóvenes en la consideración de las mujeres como un objeto de consumo sexual.
Este viernes se celebrará una vigilia de oración con testimonios en la parroquia de San Pablo, a las 20:00 h., a la que la Delegación de Migraciones de nuestra diócesis invita a todos a participar. Estos actos, aunque se estén celebrando estos días,
se enmarcan dentro de la Jornada de Oración y Reflexión contra la trata de personas, que fue
el pasado 8 de febrero, como cada año desde que la instauró el papa Francisco, recordando la memoria litúrgica de santa Josefina Bakhita, la religiosa sudanesa que padeció durante su vida los sufrimientos de la esclavitud.