El señor obispo continuó la visita pastoral por las tierras del arciprestazgo de Calatrava en la parroquia de san Andrés, apóstol, de Moral de Calatrava, después de pasar por las parroquias de Aldea del Rey, Bolaños y Calzada con La alameda y Belvis.
La visita pastoral a Moral comenzó el domingo 16 de febrero visitando las casas de dos enfermos para dialogar con ellos, animarlos en la enfermedad y rezar recibiendo al Santísimo en el día del Señor.
La mañana continuó en el templo parroquial, con la misa de apertura de la visita pastoral, con sus ritos propios: acogida del obispo, beso de la cruz, aspersión al pueblo, visita a la capilla del Santísimo, oración por el obispo y el responso por los difuntos al final de la eucaristía. En la misma celebración, recibieron 30 adultos el sacramento de la confirmación y, en su homilía, don Gerardo explicó el significado de la visita pastoral. Tomando como base las lecturas del domingo explicó cómo hay que ser cristianos hoy.
La visita siguió en la mañana del día siguiente con un encuentro con el sacerdote Rafael Melgar, párroco de Moral de Calatrava, para compartir las experiencias del ministerio sacerdotal. El día continuó en la residencia municipal de mayores Hermanos Clemente, animando a todos los ancianos y saludando a residentes y trabajadores, uno a uno, para terminar rezando la oración del Ángelus y el himno a la Virgen de la Sierra, patrona de la localidad. Después de este momento intenso, se visitaron tres casas con diferentes perfiles de enfermedad y soledad. La mañana concluyó con el diálogo en la casa de las religiosas del Ángel de la Guarda sobre la labor pastoral que realizan en la parroquia y la situación de la vida consagrada en la actualidad.
«Nuestras familias se han ido descristianizando, familias donde Dios tenía una importancia grande»
La tarde comenzó con una comunicación a los padres sobre la importancia de la familia. «Nuestras familias se han ido descristianizando, familias donde Dios tenía una importancia grande», afirmó el obispo. Su intervención continuó insistiendo en que la familia es un bien necesario para todos los pueblos y que la evangelización depende fundamentalmente de la familia. Mientras que la familia no eduque, no forme, los esfuerzos serán insuficientes. En varios momentos hizo una llamada a la implicación de los padres en la tarea de educar a sus hijos por ser los máximos responsables de la educación de éstos, sobre todo a través del ejemplo. La charla terminó recordando diferentes aspectos sobre la familia: la necesidad de un tiempo de diálogo entre los esposos, recuperar la capacidad de sacrifico en la pareja y en los hijos, enseñar a los hijos, desde pequeños, a prescindir de ciertos caprichos como el móvil, etc. Por último, expuso la necesidad de educar a los hijos en la fe para que valoren la importancia de Dios en sus vidas. Concretando, invitó a los padres a rezar juntos en familia y a vivir la fe como condición necesaria para educar a los hijos en la vida cristiana.
La parroquia es una familia donde cada uno aporta lo que tiene y lo que sabe. En una comunidad cristiana todas las tareas son importantes.
A las siete de la tarde se celebró la misa, donde el obispo volvió a insistir en la tarea de la evangelización. El acto final de la presencia del pastor de la diócesis en la parroquia de Moral de Calatrava fue la asamblea con todos los agentes de pastoral.
Esta reunión comenzó con la intervención del Consejo de Pastoral, que presentó las distintas comisiones de evangelización: Pastoral de la salud, Formación de adultos, Cáritas, Pastoral familiar, Liturgia, Hermandades, Catequesis, Movimientos y Medios de comunicación. Después, monseñor Gerardo Melgar hizo algunas intervenciones para animar y fortalecer la evangelización en la línea que está indicando el papa Francisco. En un primer momento, afirmó que la parroquia es una familia donde cada uno aporta lo que tiene y lo que sabe. En una comunidad cristiana todas las tareas son importantes. Además, resaltó la importancia de la parroquia indicando que ésta nos acompaña siempre y está pendiente de nosotros en todos los momentos de la vida.
A los voluntarios de la pastoral de la salud les indicó que es una obra de misericordia visitar a los enfermos y a los que viven en soledad. La gente necesita que alguien los escuche. También les insistió en la importancia de la formación, que volvió a repetir en diferentes momentos de la reflexión. Sobre Cáritas señaló que tiene que ser expresión del amor de Dios e indicó las características y el talante de los voluntarios de Cáritas. Sobre las catequesis de adultos hizo hincapié en que acercan a la gente alejada a la parroquia y advirtió que no ha de quedar todo en la recepción del sacramento de la confirmación. A la Adoración nocturna le recordó su lema, «adoradores de noche y apóstoles de día», para insistirles en la importancia de la oración. En el turno de la pastoral familiar volvió a recordar la importancia de la evangelización de la familia y a reconocer que dificultades en la tarea evangelizadora han existido siempre, no solamente ahora. Por eso, enfatizó que hoy hay que llevar la Iglesia a la gente y no esperar a que la gente venga a la Iglesia. A las hermandades les ofreció la formación que está realizando la diócesis y recalcó que no hay dos Semanas Santas, para hacer la de la calle antes hay que hacer la de la Iglesia.
El obispo afirmó que hoy en día es importante la labor de la catequesis en una sociedad secularizada y, de nuevo, recordó la importancia de los padres en la colaboración con la catequesis
En cuanto a la dimensión catequética, el obispo afirmó que hoy en día es importante la labor de la catequesis en una sociedad secularizada y, de nuevo, recordó la importancia de los padres en colaboración con la catequesis, donde se debe dialogar constantemente con ellos para implicarles en la educación de fe de sus hijos. Una de las claves en la catequesis, apuntó don Gerardo, es el acompañamiento y el diálogo personal de los catequistas con los niños y jóvenes. También expresó la importancia de seguir trabajando y ofreciendo un proceso de fe a los jóvenes después de la confirmación.