Entre el 28 de diciembre y el 1 de enero se celebró en Breslavia, Polonia, el cuadragésimo segundo encuentro europeo organizado por la comunidad de Taizé.
Tres jóvenes de Socuéllamos, acompañados por el sacerdote Rafael Ruiz, participaron en el encuentro después de haber compartido experiencias con la comunidad de Taizé en verano y el pasado año en el encuentro de Madrid.
Siempre en camino, nunca desarraigados, fue el lema escogido para este encuentro de la Peregrinación de la confianza, que contó con más de quince mil participantes de toda Europa.
Desde la parroquia de Socuéllamos, que cuenta con el movimiento de Taizé en su pastoral con jóvenes, valoran la acogida en familias y «la convivencia con jóvenes que buscan a Cristo y con los que se aprende y se profundiza a pesar de la barrera idiomática». De hecho, subrayan, el idioma no es un problema en estos encuentros para mantener conversaciones sobre temas trascendentales, sobre la fe, sobre Europa y la sociedad, comprendiendo a otros jóvenes desde la diferencia y conociendo otras experiencias.
Desarrollo de las jornadas
Las jornadas del encuentro europeo comienzan por la mañana en cada parroquia de acogida, donde los grupos se reúnen con oración y reflexión en torno a las propuestas que hace el hermano Alois, prior de Taizé, inspiradas este año en el lema Siempre en camino, nunca desarraigados. El hermano insistió en ser peregrinos en la vida, abiertos a nuevas realidades y entrando en comunión con los diferentes, con aquellos que no son como nosotros, explicaron los participantes de nuestra diócesis.
Tras la mañana en cada parroquia, los grupos se desplazaban al centro de Breslavia para la oración del mediodía, a la que siguen, tras la comida, los talleres distribuidos por toda la ciudad y divididos en distintos bloques: Espiritualidad, Iglesia, Arte y fe y solidaridad. Los jóvenes pudieron conocer en estas actividades vespertinas a personalidades religiosas como Edith Stein (santa Teresa Benedicta de la Cruz) o el teólogo Dietrich Bonhoeffer, ambos naturales de Breslavia y asesinados por los nazis. Además, visitaron una zona de la ciudad en la que conviven distintas comunidades religiosas, no todas cristianas, aprendiendo sobre las relaciones interreligiosas y el diálogo ecuménico.
Después de los talleres de la tarde, cada jornada concluía con la oración, excepto el 31 de diciembre, cuando se celebró la Fiesta de las naciones, compartiendo costumbres, bailes y diversas tradiciones de Croacia, Polonia, Ucrania y Francia, los países con los que convivieron en la parroquia los cuatro socuellaminos.
El próximo encuentro, también entre el 28 de diciembre y el 1 de enero, será en Turín, con una ostentación extraordinaria de la Sábana Santa, que se conserva en la catedral turinesa.