Del 2 al 9 de agosto, la Juventud Obrera Cristiana de Ciudad Real ha celebrado su campamento de verano en el albergue de San José Obrero de La Mata, Alicante. Han participado setenta jóvenes de localidades como Ciudad Real, Miguelturra, Torralba de Calatrava, Villarrubia de los Ojos, Puertollano, El Robledo, Porzuna, Piedrabuena y Carrión. Los han acompañado un equipo de veintiocho personas entre militantes y colaboradores.
Con el lema «Seamos héroes de nuestra propia historia», de manera dinámica y participativa, han reflexionado en cómo se destruyen o se construyen las relaciones que establecemos con las personas que nos rodean. También con nosotros mismos. Existe una cultura dominante que es individualista en la que las personas son tratadas como cosas. Hay mucha distancia con los planes de Dios. Teniendo como referente el Evangelio, estos días de campamento han servido para que tomen conciencia del valor que tenemos como hijos de Dios y también de la importancia esencial que tiene la humanización de nuestras relaciones. Desde textos evangélicos como: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte» (Mt 5, 14-15) o «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros» (Jn 13, 34) desde las actividades del campamentos, los jóvenes han descubierto que el amor entre todos es el que da profundidad a nuestras vidas y que es precisamente ese amor tan personal que hace al otro persona y que no lo absorbe, ni lo instrumentaliza ni lo hacen desaparecer deben ser nuestras relaciones.
En la celebración de la eucaristía, ofrecieron la importancia «de comprometernos en trabajar por un mundo más libre para colaborar con Dios en la construcción de su Reino».