Desde las últimas etapas de la Vía de la Plata, desde Orense, setenta jóvenes de nuestra diócesis han peregrinado en cinco jornadas de camino. En total ocho días, de domingo a domingo, entre el viaje, la peregrinación en sí, y la estancia en la ciudad de Compostela para desarrollar el "Campamento en camino" para jóvenes que nuestra diócesis prepara desde el año 2012.
El Camino de Santiago, como peregrinación cristiana, ofrece muchos elementos para que los jóvenes vivan una experiencia de encuentro con Cristo y los demás, alimentando su fe en Él, su esperanza para el futuro y su caridad para la vida. Pero, además, desde la Delegación Diocesana de Pastoral de juventud, hemos querido seguir la llamada del Papa a celebrar el Jubileo de la Misericordia, enseñando a los jóvenes a vivirla desde las Obras de Misericordia, las espirituales y las corporales, que la Iglesia nos propone.
Han sido los jóvenes los que, poniéndole corazón a la vida, ha mostrado en cómo participar del amor de Cristo y ser así misericordiosos. Es una profunda experiencia cristiana en la que se ve cómo los jóvenes comparten todos los dones que Dios les ha regalado y se abren a la aventura que les invita a vivir en Camino. Miedos, preocupaciones, dificultades, alegrías esperanzas, sueños... Toda la persona es la que se pone en juego y así, se van haciendo todos uno, con diferencias pero aceptándose, con virtudes y miseria, pero con mucha misericordia.
Un año más, al concluir el Camino, se descubre que «han acabado creando un camino que es mucho más que una ruta, un campamento que es mucho más que un ejercicio y un encuentro que va más allá de la Catedral de Santiago»
Al entrar en Compostela, nuestro jóvenes gritaron con san Juan Pablo II: «se puede ser joven y moderno y, a la vez, profundamente cristiano».