El papa Francisco nos invita a rezar este mes «para que el clamor de los hermanos migrantes víctimas del tráfico criminal y de la trata sea escuchado y considerado».
A menudo los migrantes son víctimas del tráfico y de la trata de personas. Entre otras causas, esto sucede por la corrupción de los que están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de enriquecerse. El dinero de sus negocios, son negocios sucios, mañosos, es dinero manchado de sangre. «No exagero -dice el Papa-: es dinero manchado de sangre».